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¿Qué es este medicamento?

La CICLOFOSFAMIDA es un fármaco quimioterapéutico que inhibe el crecimiento de células cancerosas. Se emplea en el tratamiento de diversos tipos de cáncer como linfoma, mieloma, leucemia, cáncer de mama y de ovario, entre otros, así como en el síndrome nefrótico infantil.

¿Qué información debo proporcionar a mi médico antes de usar esta medicación?

Es importante informar al médico sobre cualquier enfermedad preexistente, como trastornos sanguíneos, infecciones, problemas renales o hepáticos, historial de radioterapia, y cualquier reacción alérgica previa a la ciclofosfamida, otros fármacos o sustancias. También se debe mencionar el embarazo, la lactancia materna o la intención de concebir.

¿Cómo debo tomar este medicamento?

La administración se realiza por vía oral con un vaso de agua, sin partir, triturar o masticar las pastillas. Se debe respetar la pauta indicada por el médico y no interrumpir el tratamiento sin su consentimiento.

Es aconsejable consultar al pediatra antes de administrar este fármaco a niños, y en caso de sobredosis, contactar con el Servicio de Información Toxicológica o acudir a urgencias.

Recuerde que este medicamento es de uso personal y no debe compartirse con terceros.

¿Qué debo hacer si olvido una dosis?

En caso de olvido, tome la dosis olvidada tan pronto como sea posible, pero si está cerca de la siguiente toma, omita la dosis olvidada y continúe con el horario regular. No tome una dosis doble para compensar la olvidada.

¿Existen interacciones con otros medicamentos?

Se debe evitar la combinación con medicamentos como mibefradil o ácido nalidíxico. Además, es importante informar al médico sobre cualquier otro fármaco en uso, incluyendo suplementos, hierbas o medicamentos sin receta.

¿Qué precauciones debo tener durante el tratamiento?

Es necesario realizar controles médicos periódicos para evaluar la respuesta al tratamiento y detectar posibles efectos secundarios. Se recomienda mantener una ingesta adecuada de líquidos y seguir las indicaciones médicas para el control de los síntomas.

Ante síntomas de infección como fiebre, dolor de garganta o síntomas similares a la gripe, es importante contactar con el médico para evitar complicaciones.

Asimismo, se debe tener precaución ante el riesgo de sangrado o moretones excesivos, y comunicar cualquier síntoma inusual al médico, incluyendo problemas respiratorios, cambios en la micción, aumento de peso repentino o molestias bucales.

Se debe evitar el uso de ciertos productos como aspirina, ibuprofeno o naproxeno, a menos que sea indicado por el médico, y se debe informar al dentista sobre el tratamiento en caso de intervenciones odontológicas.

¿Qué efectos secundarios puedo experimentar?

Entre los posibles efectos secundarios se incluyen reacciones alérgicas, disminución de los glóbulos blancos, rojos y plaquetas, señales de infección, hemorragias, problemas respiratorios, molestias urinarias, entre otros. Es importante informar al médico sobre cualquier síntoma.

Algunos efectos secundarios son habituales y no requieren atención médica inmediata, como cambios en la piel, diarrea, caída del cabello o náuseas.

¿Cómo debo almacenar este medicamento?

Debe mantenerse fuera del alcance de los niños y almacenarse a temperatura ambiente, protegido de la luz y la humedad. No se debe utilizar pasada la fecha de caducidad y cualquier medicamento no utilizado debe desecharse adecuadamente.